AVANCE. La Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat) está alistándose para enfrentar con más agresividad e inteligencia la evasión tributaria, en especial en áreas en las que no había registrado muchos éxitos en el pasado como, por ejemplo, la fiscalización de los profesionales independientes y los incrementos patrimoniales injustificados. Y la jefa de la entidad, Tania Quispe, acaba de acuñar un término que define el proceder de esos contribuyentes: "infidelidad tributaria".Es que tener un número de RUC no necesariamente hace formal al profesional, sino que este está en la obligación de declarar la totalidad de sus ingresos y pagar los impuestos que le corresponden. El pecado de quienes no poseen RUC (los informales), no hace santos a los que sí están registrados en la Sunat pero que también evaden el pago de impuestos. Y resulta irónico saber que médicos y abogados -cuyas carreras deben estar marcadas por profundos principios éticos-, son los que presentan el mayor incumplimiento en la emisión de comprobantes de pago.Es por ello destacable que la Sunat haya encontrado la forma de frenar esa infidelidad a través de la información de los movimientos bancarios de esas personas, particularmente de los créditos de consumo e hipotecarios, así como mediante la información sobre compras y ventas de vehículos, inmuebles y otros bienes que proporcionan las notarías, las que tendrán que remitir reportes mensuales al instituto recaudador. Aunque algunas medidas dictadas por el Ejecutivo en el reciente paquete legislativo podrían ejercer una mayor presión sobre las empresas que ya declaran y pagan sus impuestos, en especial en el sector servicios, es preciso reconocer que la Sunat necesita un marco legal que actúe como elemento disuasivo contra la evasión y la elusión.Asimismo, hay que reconocer el trabajo realizado en la recaudación de los medianos y pequeños contribuyentes, que en términos relativos ha aumentado más que la de los principales contribuyentes en el último año. Y también es importante que se intensifique el cierre de locales comerciales que no otorgan comprobantes de pago. Ya es tiempo que la conciencia tributaria se convierta en un valor de la sociedad peruana.