SIN REFORMA ECONÓMICA NO HABRÁ PROGRESO
13 de septiembre de 2012

CAMBIAR. Valga el lanzamiento del nuevo eslogan gubernamental: “Perú, progreso para todos”, como una oportunidad para reflexionar sobre la sensación de progreso que los peruanos sentimos respecto a nosotros mismos y al país. La frase es un ensayo de la nueva estrategia de comunicaciones del Gobierno, y es claro que su objetivo es convencer a la población de que nos encaminamos a un escenario en el que todos los peruanos gozaremos de los beneficios que ofrece el progreso.El esfuerzo es importante, pues los peruanos no terminamos de convencernos de que el progreso económico y democrático del país se traduce en el progreso personal, como se indica en el Latinobarómetro que publicamos el martes último. Sin embargo, es incompleto, no alcanzará para coronar el propósito.Y decimos lo anterior porque observamos, con preocupación, que el cambio se sigue asentando en la ayuda social que el Estado brinda a los más pobres, y no en las oportunidades económicas que puede ofrecer a estos.En otras palabras, nunca podremos generar más progreso, y de esta manera derrotar a la pobreza si es que no se crean condiciones para crear mayor y mejor empleo. Ni siquiera se trata de si hay más o menos distribución de la riqueza, pues el Latinobarómetro dice que en Chile se cree, más que en el Perú, que la riqueza está mal distribuida. Ese pensamiento, sin embargo, no ha impedido que en el vecino país haya más progreso que en el nuestro.El asunto, por tanto, será incompleto, repetimos, si las estrategias de comunicación y las campañas de motivación no son parte de una amplia reforma del Estado, que incluya cambios económicos para que el Estado gaste con calidad, facilite la inversión en infraestructura, destierre la inseguridad de las calles, reduzca la informalidad, atraiga más grandes capitales y aleje a la corrupción de las instituciones públicas.De otra manera, es posible que siga el crecimiento del producto bruto interno, que las reservas se sigan incrementando y que la recaudación tributaria siga batiendo récords, pero el peruano, sobre todo el que recibe ayuda social, seguirá pensando que el progreso nunca lo alcanza.

  • [Gestión,Pág. 20]
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