Doce de los 36 trabajadores del proyecto Camisea -que en abril último fueron secuestrados por narcoterroristas en el distrito de Kepashiato, región Cusco- llegaron hasta Lima para una audiencia de conciliación con la empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP) y la subcontratista Skanska, luego de que fueran despedidos sin explicación alguna.Uno de ellos, Abraham Valle More, afirmó que los trabajadores exigen una indemnización a las dos compañías por haberlos expuestos al peligro, con los consecuentes traumas psicológicos."Esta mañana (ayer) tuvimos una audiencia de conciliación, pero los representantes de TGP y Skanska dijeron que les daba mucha pena nuestra situación, pero que no podían hacer nada más", informó el ex trabajador antes de precisar que los despidos se iniciaron en mayo.Ante este reclamo, Rafael Guarderas, gerente de Relaciones Institucionales de TGP, informó que la ampliación del ducto de Camisea en Kiteni, Cusco, está suspendida por tiempo indefinido por la presencia de remanentes senderistas liderados por ‘Gabriel’, Refirió que se había contratado a Skanska para el proyecto, pero que por el problema de seguridad esta empresa no está operando. Explicó también que los trabajos no se ejecutarán hasta que existan las garantías de seguridad.