UN LARGO CAMINO POR RECORRER. De acuerdo al último Reporte de Competitividad del Foro Económico Mundial 2012-2013 (WEF, por sus siglas en inglés), el Perú ascendió seis posiciones, pasando del puesto 67 al puesto 61, de un total de 144 países, siendo uno de los que más avanzó en la región, respecto de la medición del año pasado (el que más avanzó fue Ecuador). Sin embargo, este avance no es suficiente.La mejora que ha hecho el Perú en competitividad desde el 2008 (cuando ocupaba el puesto 86 de 131 países) es innegable, pero no debemos dormirnos en nuestros laureles. Primero porque estamos todavía en un nivel de desarrollo intermedio que el WEF denomina “guiado por la eficiencia” y aún no hemos alcanzado el estado superior, que es aquel cuya competitividad es liderada por la innovación. Además, el actual avance fue básicamente por la mejora en la estabilidad macroeconómica (principalmente en la sostenibilidad fiscal y de endeudamiento), en salud y educación primaria, y en la ampliación del tamaño del mercado, pilares en los que el Perú mejoró 31, 6 y 3 posiciones, respectivamente.En cambio, se observa un retroceso en los otros nueve pilares de competitividad, principalmente en los temas institucional (cae de la posición 95 a la 105), preparación tecnológica (de 69 a 83), y también en Innovación (de 113 a 117), Educación Superior y Capacitación (de 77 a 80), Eficiencia de mercados de bienes y servicios, y en el laboral (en la flexibilidad en la determinación del salario, que cae del puesto 25 al 50). Y varios de estos aspectos son en los que, precisamente, necesita mejorar el Perú para escalar al siguiente nivel de desarrollo, el cual es imprescindible si se busca una inclusión social permanente, basada en mejoras en la productividad y en las capacidades para generar los ingresos. Consideramos que, si bien el avance logrado es un paso adelante, sobre todo si se tiene en cuenta la situación económica internacional, también es claro que falta mucho por recorrer. No debemos caer en la autocomplacencia, sino fijar con mucho cuidado las reformas prioritarias para mejorar la eficiencia y competitividad.