Esta semana, luego de que se difundieran las alertas de peligro y emergencia que la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) reportó en La Oroya, la empresa liquidadora de Doe Run Perú, Right Business, reconoció que durante la reanudación de operaciones en el complejo metalúrgico se habían generado impactos ambientales, pero -aseguraron- el problema había sido resuelto. "Hay que entender que ese circuito ha estado paralizado tres años; ha habido ductos que tenían algunas fugas, pero inmediatamente ha sido corregido. Tenemos las pruebas de que la planta ha quedado estabilizada", precisó Rocío Chávez, gerenta general de la liquidadora. (Edición domingo).