Como todos los sábados, Fernando Zevallos Gonzales (a) 'Lunarejo' dejaba ayer su casa de Las Casuarinas, Monterrico, y se dirigía a Santa Eulalia, donde tiene una casa de descanso. Salía de fin de semana. Cuarenta minutos después, sin embargo, la mano de la justicia le cambió los planes y también la expresión del rostro. Sus poses de arrogancia y desafío se harían humo, su habitual sonrisa y su cinismo se derrumbarían.Cuando faltaba una cuadra para llegar a la Plaza de Armas de Chosica, efectivos policiales de dos patrulleros (que simulaban una batida de autos requisitoriados) detuvieron el vehículo de Zevallos y pidieron a su chofer el permiso para el uso de lunas polarizadas. El chofer abrió la puerta y, en un santiamén, media docena de detectives del denominado Equipo Especial de Inteligencia (formado en julio pasado exclisivamente para seguirle los pasos) le mostraron una orden de detención en su contra, emitida por la doctora Raquel Centeno Huamán, jueza titular del Juzgado de Instrucción 29.Zevallos, quien vestía un desaliñado pantalón jean y una camisa gris, no opuso resistencia y se entregó. Bajó de su camioneta e hizo varias llamadas telefónicas, bajo la mirada de sus captores. Estaba nervioso y pensativo.(Edición domingo).