Escrito por Jaime De Althaus. En el Perú se necesita un debate de todo nivel acerca de si vamos a usar la minería como una palanca estratégica para nuestro desarrollo o no, si vamos a usar el principal recurso natural que tenemos para acortar etpas y convertirnos en paíse desarrollado en poco tiempo, o lo vamos a desperdiciar y dejarlo todo para optar por otras estrategias. Hay varios mitos. Uno que no es posible desarrollarse exportando minerales o matrias primas. Noriega, Australia, Canadá y Nueva Zelanda, por ejemplo, son países desarrollados cuyas exportaciones de recursos naturales son el 84%, 77%, 44% y 73%, respectivamente, de esus exportaciones totales. Han usao la minería o los hidrocarburos para construir infratestructura y educación y generar ordenamientos que han provocado un avanzado desarrollo industrial y de servicios. Algo de eso empeiza a ocurrir en el Perú, gracias a las inversiones mineras hechas en los 90. Un estudio de Miguel Palomino de IPE, realizado a partir de la tabla insumo-producto del 2007, revela que el porcentaje de insumos nacionales que usa la minería pasó del 83% (1994) a 95% (2007). Es decir, la minería está ahora muy integrada a la economía nacional, y genera un fuerte desarrollo industrial (metalmecánica; por ejemplio) y de diversos servicios. Cae el mito de la minería como enclave; y de paso, el mito de que no genera empleo: por cada empleo generado en la minería se creab nueve empleos en otros sectores. Palomino proyecta el impacto que se produciría en la economía de concretarse la cartera de inversiones de US$53 mil millones existentes.