Si es cierto que una imagen vale mil palabras, también lo es que esta puede generar diversas interpretaciones. Por eso, ver juntos al presidente peruano Alejandro Toledo y al primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, significó para unos y otros distintos modos de enfrentar las relaciones bilaterales tras la conocida fuga Tokio-Santiago de Chile protagonizada por Alberto Fujimori.Esa imagen apareció en pantalla gigante durante la sesión inicial de la cumbre de líderes del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC) el viernes y fue observada por periodistas de todo el mundo: Toledo caminando hasta Koizumi, que está sentado; ligero apretón de manos, Toledo que mueve uno de sus índices; Koizumi que responde con un gesto similar a quien golpea el aire; despedida. Para unos, fue la posibilidad de ver al presidente peruano encarando a la autoridad japonesa y a esta pidiendo tiempo para hablar después; para otros, fue la ocasión de mirar a un presidente pidiendo un momento para conversar y a un interlocutor que atendía su demanda con cierto desdén. (Edición sábado).