Guido Del Castillo Echegaray, un exitoso pero poco conocido profesional y empresario minero peruano, es el ferviente católico que obsequió al papa Benedicto XVI la pepita de oro que le fuera sustraída por su ex mayordomo, Paolo Gabriele.El gesto devoto del empresario peruano salió a luz ayer en medio de una de las crisis más graves que ha vivido la cúpula del Vaticano.Una "cascada" de documentos secretos de la Santa Sede bautizados como los "Vatileaks" fueron filtrados en los últimos meses, pero esta vez la novedad fue el hallazgo en manos de Paolo Gabriele de un cheque por valor de 100 mil euros, una edición de la Eneida del siglo XVI y una pepita de oro obsequiada al Papa por un empresario peruano.Anoche no fue posible conocer la fecha en que Del Castillo hizo la entrega del presente a Su Santidad, pero el hecho habría ocurrido con posterioridad al 2006.