"Somos agricultores. No hemos estudiado una profesión, solo tenemos nuestras tierras y el agua para vivir y alimentar a nuestros hijos. La minería solo las dejará inútiles. Nosotros queremos dedicarnos a la agroexportación", expuso Josefina Aponte Guerrero, de la comunidad Segunda y Cajas, en Huancabamba, en su firme respuesta a la carta que la minera Río Blanco Cooper (ex Majaz) envió a inicios de julio a su comunidad, así como a Yanta, en Ayabaca, y a los municipios de ambas provincias piuranas.En la misiva, la empresa solicitó diálogo a fin de reiniciar los trabajos de Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para desarrollar su proyecto minero.Además, el jueves, representantes del Frente por el Desarrollo Sostenible de la Frontera Norte del Perú -que incluye a varios municipios, comunidades y federaciones de rondas campesinas- entregaron una carta a Río Blanco Cooper para comunicarles que ellos conversarán solo con el gobierno central.(Edición domingo).